A veces la luz lo es todo.
En este enclave de la Costa Brava, bastante fotografiado y al que acudo con cierta regularidad, uno de los atardeceres durante una de mis visitas, me brindó unas luces magníficas y estos tonos rosado-salmón.
Cuantas veces acudimos en busca de la luz deseada y el día nos vuelve la espalda. Debemos contentarnos con una mala iluminación centrándonos en buscar composiciones alternativas a las pensadas o detalles del entorno que nos ayuden a completar la sesión.
Este no fue el caso, y el atardecer superó con creces mis expectativas.
Todo un regalo para la vista que intenté plasmar en una de las composiciones clásicas del lugar.
Nikon D2x, AF-S Nikkor 17-35 F2.8, polarizador, N 0.9, DN 0.9, trípode, Raw, ISO 100.
Preciosos los tonos que has logrado. Enhorabuena, lo que tu dices, a veces nos venimos con las manos vacias de fotos pero tu con esta has llenado de luz nuestros ojos.
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias Kai. Un comentario muy amable
ResponderEliminarEsa es la gracia o desgracia del fotógrafo, que después del esfuerzo que supone acudir a ciertas horas intempestivas a localizaciones que no están a tiro de piedra precisamente, el resultado obtenido no es ni siquiera editable por su poca "gracia".
ResponderEliminarCreo saber que se trata de la Cala dels Frares, ¿estoy equivocado?
En tu caso esos tonos ya de por si merecen el esfuerzo que te haya supuesto (a mi entender claro está.
salu2 ;)
Muchas gracias Daniel.
ResponderEliminarPrecisamente esa incertidumbre sobre como avanzara la jornada hace que en ocasiones podamos desistir del esfuerzo. Nunca se sabe.
Si, es la cala dels frares en Lloret.