En estas épocas frías, muchos de nosotros dedicamos algunas sesiones fotográficas a buscar en los arroyos umbríos las formaciones heladas que deja a su paso el transcurrir del agua. Parece que cuanto más hielo contenga la imagen mayor será la fuerza visual de esta.
La fotografía que acompaña esta entrada pone de manifiesto aquella máxima de "lo bueno si breve dos veces bueno", y es que para mi sorpresa, las tres rocas recubiertas de hielo que emergen en primer plano sobre el cauce del arroyo de tonos oscuros con algunos detalles pardos, parece que brillan con luz propia, como si de unas joyas se tratase.
Espero que os guste.
Cerdanya francesa.
Nikon D2x, AF-S Nikkor 70-200mm F2.8 VR ED, polarizador, trípode, Raw, ISO 100.
Como todas las que nos enseñas es exquisitez
ResponderEliminarGracias Eduard!
EliminarExcelente la joya que nos presentas... me encanta.
ResponderEliminarAnimo y un abrazo
. Muchas gracias Luis, todo un detalle!
Eliminarde verdad que me gusta. son joyas!
ResponderEliminarun abrazo
Muchas gracias por tu amable comentario Hilde, Un abrazo
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