No sé si será nostalgia, resistencia al cambio o sencillamente convicción de
que finaliza un periodo privilegiado desde el punto de vista fotográfico, pero
la verdad es que aun cuando he podido trabajar intensamente un otoño y recoger
los frutos de las ideas y localizaciones escogidas, no me acabo de decidir a abandonar
las sesiones fotográficas a pesae de solo queden vestigios de lo que ha dado de
sí la estación.
Y es que el otoño tiene un sabor muy especial...
Cerdanya (Girona)
Nikon D2x, AF-S Nikkor 70-200mm f2.8 VR ED, polarizador, trípode, Raw, ISO
100
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