Muchas veces intentas componer una fotografía tras un buen rato de trabajo centrado algún aspecto del paisaje que ha llamado tu atención y al que intentas sacar todo su potencial, y en este proceso puede que descubras un nuevo aspecto o elementos con los que no contabas, pero que pueden ayudar a"redondear" el resultado final.
Este es el caso de la imagen que acompaña a estas líneas, y que surgió trabajando con las hojas amarillas rodean a la imagen en los exremos izquierdo y superior e inferior. Tras "jugar" con diferentes posibles composiciones de las mismas aisladas o incluidas en el árbol al que pertenecen, me fui desplazando alrededor de este hasta que los troncos de unos abedules, que en ese momento no tenía presentes, aparecían en segundo plano enmarcados entre las hojas a las que dedicaba mi atención. Un último ajuste del encuadre y este fue el resultado final.
La imagen engaña pues a pesar de percibir continuidad entre los dos planos, ramas oscuras en diagonal junto a hojas amarillas que enmarcan y troncos blancos de los abedules en segundo plano, la verdad es que estos últimos estaban a más de 60 metros de distancia, al otro lado de un pequeño cañón por el que discurre un riachuelo de montaña. Bondades de la compresión de la perspectiva que te permiten los teleobjetivos cortos.
Alta Cerdanya - Francia
Nikon D2x, AF-S Nikkor 70-200mm f2.8 VR ED, polarizador, trípode, Raw, ISO 100.
una foto estupenda! color, líneas, composición...
ResponderEliminarme gusta la historia de la 'creación' de esta foto, es muy interesante.
un abrazo
Como siempre muchas gracias Hilde!
ResponderEliminarSi, las historias detrás de la imagen a veces pueden ser tan interesantes como la propia imagen.