Como he comentado en varias ocasiones desde estas líneas,
tengo tendencia a volver a aquellas localizaciones que en su día se me atojaron
con un buen potencial fotográfico.
Este es el caso de una zona concreta de la Cerdanya
(Girona), en la que si aciertas con la semana adecuada te puedes llevar
sorpresas inesperadas.
En concreto, llevo fotografiando a este serbal desde hace
ocho años, y este año creo que he conseguido retratarlo con sus mejores galas,
lo que para mí ha sido todo un regalo.
Espero que os guste.
Nikon D2x, AFS Nikkor 70-200mm f2.8 VR ED, polarizador,
trípode, Raw, ISO 100.
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