martes, 25 de abril de 2017

Alianza con el enemigo


Es bien sabido que uno de los mejores aliados para la fotografía de bosques es la ausencia de viento. Un día de “calma total” nos proporciona la posibilidad de centrarnos en nuestros paisajes boscosos con la garantía de que las hojas no se moverán y que la definición de la escena será máxima.

Lo habitual es encontrarse con momento de viento y calma alternados, con lo que solemos templarnos en los primeros a la espera de los momentos de calma para realizar nuestras capturas. Ese es el juego con el que nos toca lidiar.

Pero hay días en que esa alternancia no existe, tan solo se presentan diversos niveles de intensidad de viento, días en los que tenemos dos opciones: Retirarnos o aliarnos con el enemigo.

Este es el caso de la imagen que encabeza este post. Diafragma cerrado, velocidad lenta y esperar el resultado con el movimiento de las ramas.

Ripollés (Girona)

Nikon D2x, AF-S Nikkor 70-200mm VR ED, polarizador, trípode, Raw, Iso 100.

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