lunes, 23 de enero de 2012

Trazos



Sin ser una nueva técnica, el desplazamiento vertical de la rótula trabajando a velocidades de varios segundos, nos permite buscar nuevas percepciones visuales del bosque, más allá de las imágenes clásicas en las que intentamos captar su belleza, con todos los matices.

El resultado siempre impredecible, pues esta dista mucho de ser una aproximación exacta en la que son muchas las tomas que desecharemos, resulta impactante cuando conseguimos la imagen buscada.

La imagen adjunta forma parte de una serie compuesta por 16 imágenes, en la que se muestran cuan variados pueden ser los resultados, y por tanto las sensaciones que transmiten. La podéis ver en el siguiente enlace:


Trazos que recuerdan a las pinceladas de un oleo, esbozos que bien podrían ser una pintura al pastel, mezclas de trazos y repeticiones que juegan entre lo abstracto y descriptivo, o simples imágenes pictóricas a base de líneas en las que la fuerza de los colores es la protagonista.

Los troncos son los que acaban de ajustar la imagen a su origen real, pues gracias a ellos, y por muy desdibujado que sea el resultado final, siempre reconocemos al bosque como el protagonista de las imágenes.

Nikon D2x, Nikkor AF-S 70-200 F2.8, polarizador, trípode, Raw, ISO 100.

4 comentarios:

  1. Pues has conseguido unos resultados excelentes con esa técnica. Me la apunto.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias Alfredo.
    Se trata de prueba-acierto-error. Estoy seguro de que disfrutarás.

    ResponderEliminar
  3. Toda la serie es de una plasticidad y belleza supremas.

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias Paco.
    Un comentario muy amable.

    ResponderEliminar