Cuando escucho conversaciones enfervorizadas sobre material
fotográfico, aspectos técnicos o dinámicas de trabajo para el procesado de las
imágenes, conversaciones que por otra parte todos hemos mantenido apasionadamente
y sin las cuales nuestro proceso de aprendizaje poco hubiese avanzado, no puedo
por menos que sonreír para mis adentros con cierta ternura.
Si hoy me preguntan cuál es el proceso, la cámara u objetivo
que escogería para garantizar los mejores resultados fotográficos, no albergo
dudas. El equipo, las herramientas informáticas, las técnicas de campo, etc. son
fundamentales pues asientan el colchón de trabajo sobre el que poder construir
imágenes con la calidad técnica necesaria. No obstante, he aprendido que la
mejor de las herramientas sobre la que debemos invertir nuestro esfuerzo es
cultivar nuestra propia mirada.
Como si de un músculo se tratase, gracias al trabajo de
campo, el proceso basado en la prueba, acierto y error o la revisión del trabajo
de muchos y variados fotográfosde calidad, entre otros, conseguimos fortalecer ese “músculo” que
es nuestra mirada, y avanzamos paso a paso en ver más allá de lo evidente,
descubrir nuevas percepciones de lo cotidiano y en definitiva, poder llegar a percibir
aquello que antaño se nos antojaba inexistente y pasaba desapercibido a nuestra
mirada.
Creo humildemente que ese y no otro debería ser el camino de maduración, y
esa, nuestra mirada, la mejor herramienta posible sobre la que trabajar en el.
Cerdanya francesa.
Nikon D2x, AF-S Nikkor 70-200 F2.8 VR ED, polarizador,
trípode.
Acabo de descubrirte, ufff! que trabajos que tienes, me han gustado mucho. A partir de hoy te seguiré. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias Eduard,todo un detalle.
EliminarBella imagen Juan, tu si que sabes ordenar bien todos estos "fractales enramados"
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias Antonio hallar orden en el desorden Natura es componer, o esa es la pretensión
EliminarCoincido plenamente contigo Juan, la mejor de las herramientas para llevar en la mochila es sin duda nuestra mirada, siempre ayudada de un pelín de suerte, por lo que animo al que quiera mejorar a entrenarla y saber descubrir "donde" esta la foto.
ResponderEliminarBuena entrada, un abrazo
Muchas gracias Pere. Asi es, y para aprovechar esa suerte cuanto mas entrenados seguro que mas afortunados.
EliminarUn abrazo,
Juan