Aprovechando un buen "madrugón" para fotografiar el amanecer en una de las calas de la Costa Brava, que ese día fue bastante anodino y poco aportó en cuanto color en la salida del sol, y anticipando las circunstancias del amanecer, decidí trabajar algunos aspectos creativos con los elementos de que disponía.
Una de las ideas que últimamente me estaban rondando era la de intentar transmitir del modo más plástico posible esa sensación de brisa fuerte, que en términos nauticos se llama fresco), que acompaña a un cielo encapotado sobre el mar y que anuncia tormenta o un día de lluvia generosa.
Dado que la luminosidad era muy escasa, estaba trabajando con una exposición de 20 segundos, y que las nubes del cielo ofrecían un contraste en tonos de lo más amenazador, acentuado por el filtro degradado neutro que acompañaba a la sesión, realicé un lento pero continuo desplazamiento horizontal de la rótula con la intención de conseguir esos trazos en la imagen que simulan el desplazamiento de las nubes debido al viento.
Varios intentos y esta fue la fotografía que mejor se ajustó a la idea original.
Nikon D800, AF-S Nikkor 70-200 mm f2.8 VR ED, polarizador, DN -3, trípode, Raw, ISO 100.
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