A veces, pequeños detalles pueden aportar soluciones cuando el paisaje no permite una composición digna.
En la fotografía adjunta, realizada en la Costa brava (Girona), tanto la luz, como los colores del agua y las nubes, tenían el suficiente atractivo como para realizar la toma. No obstante, el paisaje y las formaciones rocosas en el horizonte no aportaban nada gráficamente.
Se optó por sumergir fotógrafo y trípode un metro en el agua, para incluir este saliente rocoso en primer plano y potenciar su protagonismo gracias al empleo de un gran angular a muy corta distancia.
A pesar de ser un elemento que podía pasar desapercibido, el resultado en la imagen mejoró en mucho lo que se podía apreciar a simple vista
Nikon D2x, Nikkor AF-S 17-35 F2.8, polarizador, N-3, DN-2, DN-3, trípode, Raw, ISO 100.
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