Uno de los elementos que encuentro sumamente atractivos para la fotografía, o para su inclusión como elemento compositivo, son los helechos. Especialmente si se hallan situados en el soto bosque y la luz que llega a este entre las copas de los árboles ilumina sus hojas al trasluz.
En este caso, y a fin de aislar solo las puntas de estos ejemplares situados en un rincón de difícil acceso, se empleó una focal de 500 mm realizando una lectura puntual en las zonas más iluminadas para así destacarlas del resto, quedando este sumido en las sombras.
Por último, la imagen se subexpuso en un punto para acentuar el contraste mencionado.
Nikon F4s, 500 F4.5, polarizador, trípode, Velvia 50, -1EV.
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