En uno de mis ricones preferidos de la Cerdanya francesa, al que acudo cada año en las épocas preotoñal y otoñal, la luz de la mañana incidía lateralmente en los árboles de esta ladera de montaña, iluminando poderosamente las hojas de los árboles.
Dado que la escena estaba a larga distancia, se empleó una focal de 500 mm para aislar la composición en la que se destacaban los mencionados árboles y el contraste de la ladera con un fondo aún en sombras.
Cual fue mi sorpresa al revelar la diapositiva, cuando descubría a un pequeño grupo de vacas en la zona más iluminada, que aportan la dimensión real a la escena.
Esta fotografía alcanzó la semifinal del concurso Wildlife photographer of the year los años 2002, 2004 y 2005.
Nikon F4s, 500 F4.5, polarizador, trípode, Velvia 50, -1EV.
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