Hay imágenes que nos impactan, inspiran, crean escuela, y a base de verlas con frecuencia llegan a convertirse en "iconos" o estereotipos, que de modo más o menos consciente tendemos a buscar, repetir o imitar. El caso es sentir que nosotros también somos "propietarios" de esa fotografía que nos inspiró.
Un buen ejemplo de ello son las formaciones serpenteantes que el flysh traza hacia el mar en una zona concreta de la playa de Barrika (Vizcaya).
En mi caso, no pude por menos que intentar incorporar esa imagen de mi archivo mental a mi archivo fotográfico real.
De todos modos, la "mirada" personal de cada uno de nosotros siempre añade, modifica o intenta personalizar la imagen de un lugar por conocido que este sea.
Dado que la combinación de las últimas luces del ocaso con las idas i venidas del oleaje en la zona intermareal suele aportar, desde mi punto de vista, aspectos cromáticos y dinámicos de gran fuerza visual, esperé a ese momento para realizar mi toma personal.
Nikon D2x, Nikkor AF-S 17-35 F2.8, polarizador, DN-2, DN-3, trípode, Raw, ISO 100.
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