A veces, nos podemos olvidar de cuales fueron los motivos que nos llevaron a desarrollar con pasión la fotografía, metidos de lleno en la búsqueda de luces, encuadres, texturas, en definitiva obsesionándonos con componer aquella imagen que impacte, recuerde a alguno de los clásicos, aporte una visión "rompedora" de temas ya conocidos, etc.
Pero de tanto en cuanto, cuando con sosiego y tiempo nos encontramos en el campo sin mayores expectativas que el disfrutar de un momento de serenidad, los elementos nos recuerdan que hacemos ahí.
La imagen trata de recoger uno de esos momentos, frente a unos campos de cereal, con la puesta de sol llenando el horizonte y el ambiente desprendiendo ese aroma de primavera, mezcla de olor a tierra y a cereal, sintiéndonos relajados por la temperatura agradable y envueltos en una leve brisa.
Momentos como ese, en los que nos sentimos libres y que todo guarda un equilibrio, nos recuerdan que hacemos ahí.
Nikon D2x, 70-200 F2.8, polarizador, DN-3, DN-2, trípode, Raw, ISO 100.
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