Pese a lo cotidiano y próximo, sigue siendo un verdadero placer el salir al atardeder en esta época del año en la búsqueda de composiciones fotográficas que satisfagan nuestra inquietud.
Es un periodo breve pero prolífico.
El campo nos brinda apenas dos o a los sumo tres semanas, siendo solo una de ellas, la que nos muestra su paleta de colores con el máximo esplendor.
Cerca de casa, con calma, comodidad y clima agradable. Para muchos este periodo pasa desapercibido, para los que estamos atentos es todo un privilegio.
Imagen un tanto abstracta en la que se juega con el contraluz y el movimiento de las flores debido al viento de la tarde.
Nikon D2x, Nikkor AFS 70-200 F2.8, polarizador, trípode, Raw, ISO 100.
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