Los campos empiezan a estar en todo su esplendor: Verdes, cubiertos de flores de todas las gamas tonales, y repletos de amapolas en algunos casos.
La temperatura ya es agradable, los aromas del campo al atardecer embriagadores y los sonidos al anochecer estimulantes.
¿Que más se puede pedir?
Fotografía realizada en unos campos de cultivo en el vallés oriental (Barcelona).
Nikon D2x, Nikkor AFS 17-35 F2.8, polarizador, DN-3, DN-2, trípode, Raw, ISO 100.
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